Empieza con tu llanto,
termina con el mío.
Acaba con los besos,
la voz,
deseos y el cariño.
Dobla el esfuerzo
y lo doblega,
lo hace cautivo
sin pedir nunca perdón.
Me venda con un velo
ausente de compasión.
Asumo lo que es bello:
la belleza del dolor.
Me pierdo y espero
en mis sueños rellenar
mi hueco estando vivo.
Me tendió una trampa a maldad:
el amor de ensueño, el destino.
Hoy ya no grito
"estoy solo".
Hoy es silencio
que ya me tiene roto.
Hoy es cansancio seco:
porque ni siquiera lloro.
Hoy somos tú y yo...
...no más nosotros.
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