miércoles, 26 de marzo de 2014

Amar en contradicción.

"Se me ocurren miles, miles de motivos, para marcharme de tu lado de una vez por todas. Se me ocurren porque es que no vivo, no siento todo lo que me has prometido, no soy yo sino otro más de tu lista de queridos y cariños vividos...
Y ya es que no quiero querer. Sólo quiero ser feliz y sonreír. Yo no se de qué manera, pero quiero salir adelante y pasar una página de mi vida que comenzó bien y se tornó oscura y fría. Necesito hoy esa libertad más que nunca, necesito saltar al vacío por la tranquilidad de la caída, aunque finalmente nadie me venga a salvar. Pero todo eso me da igual.

Me da igual por mi sonrisa, antaño poderosa y siento que aún tiene mucho que dar. Por mi voluntad y mis ganas de ser fuerte. Por mis ganas de vivir y mi amor por mi mismo... Y es que esta vez tú no serás esa chica que se vuelve a salir con la suya... Esta vez..."

Paró de escribir y suspiró. Miró fijamente al papel y no pudo contener las lágrimas. Entonces pensó.

*Te odio. Te odio y no te amo como el primer día. Porque me tienes atado con mis miedos. Porque tienes a mi cuerpo y mente jodidamente acostumbrados a que seas la especial, y no saben ver a otra. Este es tu callejón sin salida, y ahora yo no se salir. Me detesto porque tengo a gente que me quiere más que tu amor de residuo, gente para la que soy un chico que vale la pena, y yo como un idiota hundido en un amor de mentira. Me miento a mismo para mentirte a ti. Porque la sonrisa con la que arreglas todo solo me calma para volver a engañarme, no para curar mi corazón... No puedo marcharme de tu lado porque me tienes controlado, obligado a creer en un amor que no merezco*

Y agarró la nota para colocarla en un baúl escondido, con mil notas más, también para coger polvo en el olvido.

martes, 25 de marzo de 2014

Nada...

Nada. Qué nada. Que mi vida es mía, tan rota, tan desesperada. Tan unida a un camino que se me escapa, y conscientemente perdida es pérdida definitiva... que se mata... que me mata.

Que es nada de lo que había, y nada de lo que aun está por venir. Nada de lo que pienso que hay, nada para pensar, ni sentir, ni besar para vivir. Nada tan vacía y pobre, ausente y silenciosa.

Nada, anfitriona de llantos, culpable de tantos y tantos errores tontos que me siguen tentando. Maldita que odio... pero es nada... Es yo, mi vida y solo mía, reflejo de lo que brilló, un fuego que ya se apaga, un amor que murió entregándolo todo.

Tan fuerte que escribo palabras que gritan y no dicen nada. Palabras de hierro, pero que siempre sangran.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Una noche más.

¿Hoy? Hoy es soledad mi amiga,
que me agarra y me desangra,
hasta la muerte me traslada,
maquillando todo con caricias.

E irónicamente su oscuridad
me deslumbra.
En mi fría mente la ironía de vivir
cavando mi tumba.

¿Dónde fueron mis palabras?
Dónde para no volver a sentirlas,
dónde para no encontrarlas,
que por mi espalda me apuñalarían.

Porque soy yo quien sufre, muere
y lo escucha.
Porque soy yo quien deja al amor
que me destruya.

Hoy soledad tampoco recoge mis lágrimas,
tampoco me da ánimos, ni me calma.
Y lloro gritando el silencio de mi alma vacía.
Lloro, por no saber que mi yo se cerraría.

He perdido más que mi destino:
perdí en este frío sinsentido,
el corazón marchito de uno mismo.

martes, 4 de marzo de 2014

Respuesta.

- Francamente - continuó con su respuesta el profesor - estoy aburrido de esta vida de pinturas. Porque me cansa ver imágenes cuando quiero de corazón ver personas, y maldito el cansancio que me produce una sociedad realmente ciega que se obsesiona enfermizamente con fachadas. [...] A mi me gusta sentir. Me gusta pensar y expresar lo que pienso. Adoro escuchar y compartir opiniones, gustos, palabras y gestos. Me gusta ser yo y me encanta que cualquiera lo sepa, porque esta es mi única verdad permanente: pese a todo lo que cambie en mi vida, yo seguiré siendo yo. Sigo siendo con el paso de los años el viejo "rarito" pero, para ser sinceros, me sigue encantando como el primer día en el que me titularon así. Porque si de otro aspecto esta sociedad de cloaca puede estar orgullosa, es de esa innata capacidad para juzgar prematuramente y criticar, eso sí, sólo en el sentido más estrictamente negativo del término. Para veteranos como yo este tema la verdad es que ni nos va ni nos viene. Sin embargo, pienso yo trágicamente en aquella multitud de casos de personas con esa autonomía y ese amor personal aún por desarrollar. Carne de cañón para las influencias sociales de la moda, lo "correctamente rebelde", las normas axiomáticas y demás etiquetas destinadas a la más pobre segregación. Gracias a mi ya malherido destino tengo la suerte de ser profesor, y a todos vosotros os puedo al menos hablar claro: si algo os va a identificar el día de mañana en esa gris marea de almas perdidas es vuestro corazón.

El profesor sacó de su bolsillo una cartera de cuero, y de ella una pequeña fotografía de lo que parecía ser él mismo de pequeño.

- Lo que daría yo por haber aprovechado aquellas ocasiones dignas de actuar con el corazón, y a las que, temeroso, di la espalda con el uso de mi inexperta razón. [...] Nunca dejéis que la corriente os dicte qué sentir, pequeños corazones puros. Vosotros sois el futuro que demostrará de nuevo al mundo que las fachadas se rompen con tantas mentiras colgadas. Vosotros sabréis enseñar que el corazón es lo más importante, ya sea para vivir en el planeta Tierra, o para sobrevivir en el mundo humano.

domingo, 2 de marzo de 2014

En un mundo no tan lejano...

Ella no sabe que él la tiene en mente. Ella no sabe todo lo que él la recuerda. Ella no se da cuenta de que él está siempre preocupado por ella. Ella no sabe que cada noche da un paseo agridulce en la mente de él. Ella no sabe que él la ve en cada rincón de su vida y su imaginación. Ella no sabe que él escribe pensando en ella. Ella no sabe todas las lágrimas que él ha derramado a escondidas. Ella no sabe todos los deseos que él guarda a pesar del dolor. Ella no sabe que él rememora cada recuerdo para saber lo que era ser feliz. Ella no percibe que es lo más importante para él. Ella no ve la mirada que él aún le sigue lanzando. Ella no ve que él oculta su dolor para pintarlo todo bonito. Ella no sabe todas las cicatrices que él se ha tenido que curar. Ella no sabe lo que él tiene que esforzarse para volver a sonreír. Ella no sabe que él sigue mirando sus fotografías. Ella no sabe que él sueña muchísimo con ella. Ella no sabe que él solo desea volver a ser feliz haciéndola feliz. Ella no sabe que él la ha amado, ha muerto mil veces, y sigue luchando por mantener vivo un amor puro.

Ella no sabe nada porque lo más fácil en esta vida es alabar la ignorancia.