viernes, 9 de mayo de 2014

Nunca perder...

Recuerdo aquella vez que vimos a escondidas esa película que nunca olvidaré. Recuerdo sentir la inocencia que desprendías de "chica linda" y cómo así, y solo así, conseguías ser una verdadera figura de belleza en mi mundo.
Casi eramos dos niños en un mundo de fantasía debajo de aquellas sábanas a modo de tienda campaña. Nuestro fuerte, nuestro castillo, aquel lugar que nadie podía invadir... tú y yo. Jamás voy a poder contener las lágrimas, porque llevo cada recuerdo tatuado en el alma, y tu voz aun ronda en mi cabeza como la banda sonora de mi vida.

Como así tampoco contengo una sincera sonrisa que brota desde mi interior, aun estando desolado. Y entre suspiros siguen escondidas mil preguntas que siempre me hacía acerca de ti. No podía explicarme cómo podías ser tan inteligente y tan astuta. A pesar de nuestra edad, sabias perfectamente cómo hacer que estuviese bien. Conocías mi chocolatina favorita, mis dibujos animados, esa canción que jamás salía de mi cabeza e incluso ese superhéroe que yo quería ser de mayor.

No es para menos que a día de hoy me siga quitando el sombrero cuando te recuerdo. Porque sigues siendo ese misterio sin resolver, ese respiro perfecto en un mundo repleto de prisas y nervios, ansiedad y desesperación...
Y, aunque ya no estés y tenga poquísimo tiempo por el trabajo... sigo montando esa tienda de campaña con aquella película... sigo viéndola una vez tras otra, rememorando tu presencia, recordando un momento de felicidad que jamás quiero perder.

Será el día que me toque marchar cuando pediré que nadie llore porque yo también viviré para siempre en aquella película. Y, al reunirme contigo, podré finalmente estar seguro de que nada ni nadie me separará de ti, al menos, hasta que descubra qué es lo que siempre te hizo tan perfecta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario