jueves, 24 de abril de 2014

Cosas por decir...

Conocemos perfectamente lo importante que llega a ser una persona cuando tenemos tiempo para pensar en ella a solas. Solo cuando no está, cuando se ha ido, sea por la razón que sea, es cuando notamos su ausencia y su vacío.
Maldita esencia egoísta humana, que hace insaciable nuestro deseo de ahuyentar la soledad con la mas bella presencia que encontremos en la vida. Maldito corazón, que en un intento por latir estruja cada pensamiento en el que está esa persona para sacar hasta la última gota de combustible.
Y a pesar de encontrarnos solos, desamparados y cabizbajos... amamos sin límite ni condiciones. Amamos sobre nosotros mismos, por la felicidad de ser puros, por admirar aunque sea una vez más la suave sonrisa que dibujan esos labios... Porque no somos más que polvo si no es amor el que nos da forma... El sentido de seguir erguidos, de vivir, de cada lágrima y cada sonrisa, de cada tristeza y cada alegría.
Puede que siempre nos arrepintamos de algo que se quede en nuestro interior. Que cada día puede ser el último... Y al menos yo suelto este amor sin control, libre para que la busque. Y, si mañana muero, estaré en la siguiente vida aguardando la llegada de su alma.

Entonces esa persona se manifestó diciéndome: No temas pues aunque no este presente siempre  habitaras en mí. No ansíes extrañar lo que necesidad no haya, no anheles a quien tienes si no lo que pierdes. 

La esperanza  y perseverancia te trajo mi compañía… Ahora tú descarta la soledad, agarra mi mano y no te sueltes, te ofrezco las alas que te llevaran lejos. Y de nuevo se esfumó quedando así la vitalidad de sus palabras… Palabras que atrajeron mi fortaleza, para seguir amando sin necesidad de consuelo alguno, abriendo camino entre las sombras... Proponiéndome lograr afrontar un sin fin de sentimientos y emociones para no seguir lamentándome, para vivir el presente sin imaginar un futuro. 

Y si de verdad muero…Si llego a morir…Quedará su imagen, sus palabras, toda aquella felicidad que recibí al escuchar de sus labios un te quiero haciendo así la espera mas llevadera en la eternidad, hasta que volvamos a encontrarnos de nuev

miércoles, 23 de abril de 2014

Haz tu sueño realidad

Sé que me ves desde ahí arriba y no tienes nada que temer. No es el vacío infinito, ni final escarpado en el que morir. No es muerte la que te espera en el camino, no es fin sino empezar a vivir. Sé cuánto lo deseas, sobretodo deseo de conocer la sensación, de experimentar la caída, de saborear la emoción con cada poro de tu piel.

Adelante, por favor. Si realmente confías en mi... salta. Salta sin temor, sin que tiemblen tus miedos. Salta porque te espero, aquí en este lago de agua cristalina bañado por la luz lunar. Porque hoy aguardo tu llegada a mis brazos, entre lágrimas de alegría, viendo mis tristezas salir despavoridas de mi sonrisa.

Salta, porque te amo.

lunes, 21 de abril de 2014

Polos

Se odiaban. Se gritaban. Cada roce era una guerra y cada silencio una batalla...

Pero la unica verdad era que sabían lo que querían.
Se deseaban por encima de todo. Por encima de llantos y orgullo...

sábado, 19 de abril de 2014

Cuestión de ángeles.

Cómo tienen que ser tus palabras que con ellas puedes acariciar mi alma... Cómo de este arrepentimiento tu voz me calma y la luz de tu mirada me salva. ¿Cómo, ángel de la guarda...?

Cómo tenerme arrodillado y arrepentido de pecados, y tus manos me levantan, calmado me hayan y mi sonrisa libera por fin sus alas. He respirado vida tras haber sido derrotado, he alzado un vuelo que jamás habría imaginado.

No merezco más que el despecho y el desprecio, el olvido más desgarrado... Pero tú apareces para ser mi motivo, mi viento en el océano, mi isla paraíso para este náufrago fugitivo.
Eres nada de lo que arrepentirse y todo por lo que estar orgulloso... Que aunque me hundan las lágrimas, entre sollozos hayo mi sonrisa y mi alegría de la vida: ser yo, ser para ti... ser nosotros.

lunes, 7 de abril de 2014

Gritar en silencio

Él ya perdió la cuenta de cuántas veces quiso alejarla de sí mismo. Aterrado por su propia oscuridad, y testigo día a día de que la misma abrazaba con malicia todo aquello que él alcanzaba con cariño. Estaba cansado, mentalmente, y deambulaba sin rumbo entre pequeñas razones para al menos mantener algún tablón de su barco a flote...
No sabía qué hacer para no hacerle daño a ella. No sabía cómo actuar para que ella estuviera realmente protegida. Ella seguía tras todos esos muros, gritando, llamando, ofreciendo una mano, una ayuda, una salida... pero él no podía acceder por terror, por miedo, inseguridad y desconocimiento. Sin embargo, nunca se detuvieron las llamadas ni los reclamos... ella jamás se rindió.
A nadie desearía él el estar observándola, tan bella y ejemplar, tan brillante como la luz al final del sufrimiento, desde una cárcel de dolor, recuerdos destruidos y esperanzas hechas añicos.

"¿Cómo puedes no rendirte? ¿Cómo sigues ahí si he intentado alejarte de mi? No quiero dañarte, no quiero que sufras. No quiero que te hieras, y que algo de mi oscuridad te hunda. No quiero ser responsable ni de una lágrima tuya, ni de que tus sonrisas desaparezcan, y que entre sufrimientos se fundan...

Porque te veo también aquí, y yo desde donde tú estás. Porque me llamas desde tu prisión, entre lágrimas y sonrisas, alegrías y tristezas... Porque quiero salvarte, ganarme tu felicidad, y no quiero tocarte por terror a ser un error fatal...

Sabes, te admiro. Admiro tu sinceridad, así como tu voluntad de acero y esa fuerza que siempre sabes sacar. Me superas, me haces quedar atrás, porque no soy más que un preso de tu propia libertad, ansío sin parar y me hallo deseoso de alcanzar contigo más allá de este cariño, eliminar este hastío entre yo y mí mismo..."

La quería, por encima de cualquier muro, por haberle demostrado que un corazón puede seguir siendo puro por mucho sufrimiento acumulado. Por enseñarle que siempre queda la esperanza...
Y aún, entre fosos de oscuridad y barrotes de cristal, ambos siguen gritándose entre ellos, buscándose el uno al otro, para eliminar tantas diferencias, para llegar ambos... al mismo objetivo