lunes, 3 de febrero de 2014

Vodka

¿Su mejor amigo? El vodka.

Lo sacudía con esmero y admiraba en aquel vaso la profundidad de su vida. Su alma, tan blues como aquella guitarra que sonaba desde el pequeño escenario, y su brillo... ausente, como el sentido, la gente, el aire y el sonido de ambiente en su corazón sumido.

Estaba harto, mientras pedía otro trago.

"Malditas palabras que ni salen, que huyen despavoridas y cobardes, tan rápido y lejos como ella misma. Tan alejado queda todo, y tan cortos mis brazos, tan impotente y tan desesperado. Tan cansado... que este es el fin... dame otro trago"

Y más fuerte golpeó el vaso en el mostrador de madera.

"¿Por qué? Si amo el sonido, si soy súbdito de su idioma sin palabras, si siento cuando oigo y subo al cielo... ¿Por qué, de todos los ángeles, el lobo disfrazado eres tú?... ¿Por qué, de todas las musas en música, me elige el blues?"

Y en aquel oscuro rincón de la baja ciudad pudo quedarse por horas y horas, días... Y tal vez semanas. Porque, ¿a dónde ir cuando el único hogar que se construye acaba destruido? Quedó tan vacío que solo el alcohol pudo llenarlo...

Vagabundo de amor, esclavo del alcohol. Olvidó tanto que también olvidó la vida.

¿Su mejor amigo? El vodka. El único que lo acompañó hasta la muerte.

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