jueves, 6 de febrero de 2014

Odio y serenidad

Extravagante serenidad la mía, que lejos de ser pausada en repetidos silencios te grita esta misiva...

Me enamoraste en un portal de rosas y te perdí en la primera esquina. Y te busco, te busco, en cada rincón y cada cornisa.

Por si muero sin decir que te quiero... y no quiero esperar otra vida. Por si mi amor desaparece de todo esto, y se convierten en eternidades estos días.

Y es que vivo maldito en un sueño del que cada noche despierto, y muero por ser objeto y desecho de tu dichosa criba...

Odio ser esto y tus "te amo" sin versos, odio ver mis versos envenenados y ver solo tus deseos...

Odio sentir odio porque el odio se odia a si mismo, me hace odiarme y odiarte por todo lo que has destrozado mi destino.

Y si ahora tienes la decencia de mirarme arraigado a este oscuro sino, quiero que sepas lo que siento:

" No es viento lo que se te cruza sino mi voluntad huyendo. No fue tu mágico amor que me hizo estar vivo, sino tus caprichos, que me hicieron en cuerpo y alma cautivo. "

No hay comentarios:

Publicar un comentario