sábado, 14 de junio de 2014

Dualidad

Algunas veces un abrazo... y otras un disparo.

Así me veo, tan dispar, tan atrapado y tan raro. Porque no son suficientes una ni dos, que mi error subyacente se reproduce amargamente y me conduce al dolor y a la desesperación.

Palabras ya no sirven, ni el cariño ni el amor. Ni el castigo por las buenas, ni sonreir a la vida, ni poner la otra mejilla...
Que me observen por la calle borracho de nostalgia y me señalen con el dedo por ser el falto de confianza.

Porque lo he odiado y he luchado contra él, lo quise cambiar pero soy yo quien se ve diferente. Soy el futuro incierto, un manojo de caminos... soy aquel estúpido niño que creyó poder vencer al destino.

No hago mas que repetirme palabras de consuelo, no hago mas que arrepentirme cada vez que me miro en el espejo. No hago mas que combatirme en esta guerra fría, soldado y prisionero ambos carentes de sentimientos.

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