lunes, 7 de abril de 2014

Gritar en silencio

Él ya perdió la cuenta de cuántas veces quiso alejarla de sí mismo. Aterrado por su propia oscuridad, y testigo día a día de que la misma abrazaba con malicia todo aquello que él alcanzaba con cariño. Estaba cansado, mentalmente, y deambulaba sin rumbo entre pequeñas razones para al menos mantener algún tablón de su barco a flote...
No sabía qué hacer para no hacerle daño a ella. No sabía cómo actuar para que ella estuviera realmente protegida. Ella seguía tras todos esos muros, gritando, llamando, ofreciendo una mano, una ayuda, una salida... pero él no podía acceder por terror, por miedo, inseguridad y desconocimiento. Sin embargo, nunca se detuvieron las llamadas ni los reclamos... ella jamás se rindió.
A nadie desearía él el estar observándola, tan bella y ejemplar, tan brillante como la luz al final del sufrimiento, desde una cárcel de dolor, recuerdos destruidos y esperanzas hechas añicos.

"¿Cómo puedes no rendirte? ¿Cómo sigues ahí si he intentado alejarte de mi? No quiero dañarte, no quiero que sufras. No quiero que te hieras, y que algo de mi oscuridad te hunda. No quiero ser responsable ni de una lágrima tuya, ni de que tus sonrisas desaparezcan, y que entre sufrimientos se fundan...

Porque te veo también aquí, y yo desde donde tú estás. Porque me llamas desde tu prisión, entre lágrimas y sonrisas, alegrías y tristezas... Porque quiero salvarte, ganarme tu felicidad, y no quiero tocarte por terror a ser un error fatal...

Sabes, te admiro. Admiro tu sinceridad, así como tu voluntad de acero y esa fuerza que siempre sabes sacar. Me superas, me haces quedar atrás, porque no soy más que un preso de tu propia libertad, ansío sin parar y me hallo deseoso de alcanzar contigo más allá de este cariño, eliminar este hastío entre yo y mí mismo..."

La quería, por encima de cualquier muro, por haberle demostrado que un corazón puede seguir siendo puro por mucho sufrimiento acumulado. Por enseñarle que siempre queda la esperanza...
Y aún, entre fosos de oscuridad y barrotes de cristal, ambos siguen gritándose entre ellos, buscándose el uno al otro, para eliminar tantas diferencias, para llegar ambos... al mismo objetivo

2 comentarios: