sábado, 26 de octubre de 2013

Luchar

Todos podemos luchar. Todos tenemos algo por lo que morir aplastados si fuera necesario, con todo nuestro esfuerzo empleado de la manera que haga falta. No existe ni una jodida excusa, ni un atisbo de escaqueo. ¿Quieres conseguirlo? Lucha. Gánatelo. No dejes que nada te lo arrebate, no dejes que nadie te robe tus sueños. En este mundo reina el egoísmo,  y tú no vales una mierda para el 97% de la gente que te rodea. Tienes una utilidad, eres un medio y no un fin. Te utilizarán para lo que sea necesario, porque, si no luchas por ti, morirás sirviendo para alguien.

¿La verdad? Ni siquiera debería importarme, solo soy alguien de ese pequeño 3% a quien no le hace caso ni su puta madre, harto, hartísimo de observar el puto gusto de las personas por ser ruinmente utilizadas. Porque, ¿para qué mojarse en luchar si puedes ser un maldito objeto utilizado que ni piensa ni tiene conciencia? Cierto, el amor propio desapareció, regla básica de libro para luchar por lo que queremos.

Estoy cansado. Cansado de luchar por causas ajenas. Prestar mi servicio como luchador ha agotado mis fuerzas, mi paciencia y mi autoestima. Y demostraré que este puto 3% no le importa una mierda a nadie porque parece ser que tarde o temprano será una realidad: nadie se va a  parar a luchar por mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario