La luz se está apagando, es hora de atardecer, horas han pasado desde que te vi correr.
Hacia ese tren que ahora nos separa, hacia el no saber si te volveré a ver…
… y qué tragedia se nos depara.
Conservo tu caricia, el albor de tu mirada, el empezar de nuevo tras cada tropiezo, tras cada parada. Tras cada silencio entre tú y yo, andanadas de fuegos artificiales:
como en una escapada,
sentir en este frío
que los latidos son reales.
Hacia ese tren que ahora nos separa, hacia el no saber si te volveré a ver…
… y qué tragedia se nos depara.
Conservo tu caricia, el albor de tu mirada, el empezar de nuevo tras cada tropiezo, tras cada parada. Tras cada silencio entre tú y yo, andanadas de fuegos artificiales:
como en una escapada,
sentir en este frío
que los latidos son reales.
Invicto en la teoría, caigo sobre la práctica,
y es que cuando algo vital falta
el tiempo se detiene solemne
y las luces se apagan.
y es que cuando algo vital falta
el tiempo se detiene solemne
y las luces se apagan.
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